SALA 06 - AÑOS CINCUENTA (II): ARTE PRO-FORMA [Pª-02]
Bodegón cubista 1955
Óleo sobre tela, 50x60 cm.
El reencuentro de Peinado con el objeto a
mediados de los cuarenta condujo a su pintura, mediada la década siguiente, a
su meta definitiva: una pintura pro-forma cuya percepción del objeto es,
gracias a su irrenunciable figuratividad (entendida por el autor como
casualidad consustancial de lo pictórico), plástica y puramente objetual al
mismo tiempo; física y mental. Pinturas en las que Joaquín Peinado,
utilizando una frase de Eugenio Carmona, busca el “parecido a la
abstracción”. Como resultado nacen obras como Bodegón cubista; una naturaleza
muerta de taller en la que Peinado compone el lienzo atendiendo a una
formulación estructural heredada del cubismo para, una vez esquematizados y
sometidos a síntesis, dotarlos de una elegante carga lírica y sensual nacida
del color. Pintura que habla del placer de pintar; de pintura en sí y el oficio
de ser pintor. |
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